Tras la moción presentada por el líder laborista, Jeremy Corbyn, la primera ministra británica seguirá al frente del mandato y tendrá un plazo de 3 días para definir un plan alternativo al Brexit, a menos de 24 horas de haber sido rechazado por la Cámara de los Comunes.

Son días difíciles para Theresa May, donde no sólo debió ratificar sus alianzas parlamentarias en la primera moción de censura del año, y la segunda en poco más de un mes, sino que deberá remitir una nueva propuesta a la Cámara de los Comunes en las próximas 72 horas para ofrecer una salida de la Unión Europea con fecha límite al 29 de marzo. Con tan sólo 19 votos de diferencia -325 a favor y 306 en contra-, el parlamento reivindicó la confianza en May, aunque deberá lidiar con diferencias en el propio seno de su partido y seducir a la mayoría para lograr un acuerdo con los líderes europeos.

Los últimos meses de la primera ministra británica estuvieron focalizados en la negociación con los 27 líderes europeos una salida “blanda” del bloque que logre convencer al parlamento, mientras atraviesa un proceso de desgaste amenazado por un marco de alianzas cada vez más estrecho entre propios y opositores. Por un lado, May recibió el rechazo unánime a alcanzar un nuevo acuerdo del brexit por parte de la Unión Europea y, por el otro, enfrenta una lluvia de intentos de desplazamiento derivados del partido laborista, los liberales demócratas, los verdes y nacionalistas de Escocia y Gales. A pesar de haber rebatido la propuesta de Brexit votada hace menos de 24 horas en la Cámara de los Comunes, los conservadores y el partido unionista continúan con el apoyo a la líder conservadora, que parece tomar aire frente a un escenario con negociaciones estancadas en el Parlamento.

Tras salir victoriosa de la votación de la moción de censura, May expresó su intención de negociar individualmente con los líderes de la oposición, opción que, hasta el momento, fue descartada por el líder laborista. “El gobierno debe anular toda posibilidad de un catastrófico brexit sin acuerdo” aseguró Corbyn, quien fue el impulsor de diversas mociones de confianza contra la premier británica.

Por otro lado, la Unión Europea mantiene su apoyo a Theresa May, aunque sin intenciones de generar un nuevo acuerdo, al mismo tiempo que Bruselas comienza a plantear la posibilidad de la permanencia de Reino Unido en el bloque. Y, aunque parezca excéntrico, ninguna de las posibilidades se descarta en el contexto de un Brexit que obliga a acordar con diversos sectores y agota sus instancias de negociación, más aún, cuando empieza a barajarse  la posibilidad de un nuevo referendo entre los mismos conservadores.

May deberá comparecer el lunes ante la Cámara de los Comunes para presentar su Plan B al Brexit en un panorama que augura la posibilidad de una salida sin acuerdo de la Unión Europea, lo que implicaría un escenario de millonarias pérdidas para Reino Unido. Mientras tanto, la premier británica busca extender los plazos con Bruselas para lograr quórum en la Cámara de los Comunes en una carrera contrarreloj que tiene ultimátum al 29 de marzo.